La "crema de castañas" (en idioma francés "crème de marrons") es una especialidad gastronómica inventada en 1885 por el industrial francés Clément Faugier que pretendía con ello aprovechar las castañas que se rompían durante la elaboración de las castañas confitadas ("marron glacé"). Se trata de una pasta dulce de consistencia similar a una mermelada elaborada con restos de "marrons glacés", pulpa de castañas cocidas al vapor, almíbar, azúcar y vainilla....